MIGRACIONES Y TRABAJO
La vinculación de las
migraciones con el mercado de trabajo, o mejor dicho, la vinculación de las
personas migrantes sólo con el trabajo, evidentemente configura un imaginario
en la sociedad española acerca del o la migrante.
Como matiz, creo que también es importante reseñar
que las migraciones tienen motivos económicos, es decir, las personas migrantes
cruzamos las fronteras, principalmente, por motivos de mejora económica, pues
la sensación es que en nuestros países no podemos desarrollarnos. Esto, por
supuesto, no incluye a quienes escapan de las guerras, las hambrunas o la
persecución política, religiosa o de opción sexual.
La percepción de la sociedad es evidentemente
economicista, pero es una percepción que viene desde las esferas de toma de
decisión política. Las políticas, las leyes y normas se basan en que las y los
migrantes somos mano de obra, por ello se regula la entrada al territorio con
visas de trabajo, permisos de residencia (para reagrupados), de lo contrario sales
del molde de ser "migrante=trabajador" y te conviertes en
"ilegal", a pesar que también trabajas; para las estadísticas no
existes, o existes como la anomalía a ser perseguida y castigada.
Lo que se deja de lado son las otras dimensiones: la
cultural, espiritual, lúdica; y la sociedad se organiza como si no hubieran
migrantes, como si España no hubiera cambiado, como si "todos fuéramos
iguales".
Se siguen haciendo normas y dando servicios desde los
ámbitos del Estado (ministerios, comunidades autonómicas, ayuntamientos) sin
contar con una mirada y un enfoque intercultural tan necesaria. Desconocer a
las y los migrantes en estos procesos, es también una forma de racismo.
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